Wednesday, December 15, 2004

Falla de Origen

Por Roberto Valdez Beltrán.

La ambición política de los grupos de poder se convierte en un insaciable depredador del bienestar de los mexicanos, afectando negativamente cada rubro de política económica. Es inevitable presenciar las disputas de nuestra clase política y los diálogos inertes que dan como resultado la falta de consensos. Lo anterior tiene un costo social estratosférico, y lo peor de todo: genera rezagos generacionales. Particularmente, me gustaría dedicar este espacio para realizar un breve análisis en materia de educación.

Este mes, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE-
http://www.OCDE.org ) liberó un estudio cuyo objeto es evaluar el desempeño de estudiantes. En su análisis, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA: Program for International Student Assessment) deja claro que a nivel internacional México posee un rezago educacional nada envidiable, ya que nos ubicamos en los últimos lugares de la lista de países que conforman dicha organización; el detrimento se acentúa en las siguientes áreas: en matemáticas y solución de problemas, lectura y ciencias. Más a fondo, podemos ver que en relación con el mismo estudio (último inmediato) llevado a cabo en el año 2000, sufrimos retrocesos en materia de lectura y ciencias. Con todo esto se puede concluir que el modelo educativo mexicano presenta una falla de origen que lo vuelve incompetente.

Entonces, si año tras año peleamos y aumentamos el gasto en educación ¿porqué no hay un mejor desempeño? El problema radica en cómo se materializan los recursos. México destina más del 5 por ciento del PIB al gasto en educación, lo cual es significativamente bueno para combatir el lastre educativo. Si bien es cierto, la cobertura se ha ampliado, es decir, hoy en día existen más estudiantes cubriendo un lugar en las escuelas del país, pero tal parece que nuestras políticas favorecen a la cantidad y no a la calidad educativa. En los hechos se refleja la poca o nula eficiencia de las asignaciones a este rubro; se insiste obstinadamente en incrementar el gasto en la educación media superior y superior (Los diputados concedieron a las universidades públicas mas de 7 mil millones de pesos adicionales a lo propuesto por el Ejecutivo), y reducirlo en lo que compete a educación básica. Esto obstaculiza la solución de fondo ya que esta comprobado en estudios especializados (realizados por el Banco Mundial y otros organismos) que el gasto en educación básica da mejores resultados en cualquier país.

Las soluciones de fondo implican coexistencia de políticas públicas con el largo plazo y la planeación ordenada. Resulta absurdo querer modernizar y aumentar el número de universidades, si no preparamos con una educación básica adecuada a las generaciones que vienen y exigen afanosamente una mejor calidad de vida. El reto es incentivar y promover una educación básica competitiva con miras a aspirar a la mejor educación superior ¿De qué nos sirve seguir aumentando el gasto en la educación si las asignaciones no son sustentablemente estructuradas?

En conclusión, más dinero destinado a la educación no necesariamente fortalecerá a nuestro sistema educativo, es preciso establecer las metas a alcanzar y asignar responsablemente los recursos presupuestados.

El autor es Licenciado en Economía por el Tecnológico de Monterrey. Comentarios: tingio@hotmail.com

50 Aniversario de la muerte de Frida Khalo

Por Rafael Medina Martínez.


Entre tanto Frida sigue pintando sus cuadros, las recomendaciones que Diego le hace, son muy valiosas para la pintora, las tácticas que le recomiendan, son muy eficientes, Frida ve su mejoría en el arte cada vez más rápido. Frida está feliz con la compañía de Diego, el amor en ellos nace cada vez más y más, son un par de locos enamorados, que vuelan por los cielos y alcanzan las estrellas, Frida la azucena y Diego el girasol son una comparsa que si bien uno es feo y la otra no es tan guapa, la congenialidad de la pareja forman un especie de sol y luna siendo tan opuestos como el día y la noche. En pocas palabras los enamorados hacen una pareja muy especial.

Frida comienza a tener problemas en su casa, a su madre le molesta que el señor esté acortejando a su hija:

Fridita mi amor.
Sí mama ¿qué pasa?
Oye mi amor, estoy viendo que este señor Rivera, está viniendo mucho a la casa, y veo que a ti te encanta que venga y te encanta salir con él.
Sí mamá ¿qué tiene de raro?
Pues lo malo es que te enamores de él hija.
Hay mamá por dios, pero cómo crees eso.
Si hija, yo te veo que le haces cariñitos, que le echas ojitos y que le hablas bonito.
Hay mamá tú sabes que así soy yo, yo soy muy cariñosa con todo el mundo, bien lo sabes.
Sí mija, pero veo que eres más con ese señor tan gordo.
Hay mamá, es que, es muy lindo conmigo, yo no puedo ser grosera con él, ¿o sí?
No, no yo no te digo que seas grosera con nadie, pero yo veo que te pasas de cariñosa.
A ver mamá, ¿qué tiene de malo?
Lo malo es que te enamores de él hija, tú que eres tan linda, tan guapa, tan hermosa, cómo te vas a enamorar de un tipo tan panzón y tan feo como ese.
Bueno y si me enamorara, ¿qué?
Pues que mal, te estás enamorando de un hombre dos veces mayor que tú, de un gordotote, de un ateo, ay dios mío, no, no, ni dios lo mande, que mi hija se enamore de un tipo que no cree en dios, además es un borracho, aquí ha llegado oliendo a vino, es un tipo que ni siquiera se baña, porque aquí llega todo mugroso.
Ay mamá, llega así porque siempre que termina de pintar viene a verme.
Pues muy mal, primero que se bañe si quiere ver a mi hija. Además es comunista –continúa la madre- y lo peor de todo es que es horrible el pobre hombre, espantoso, yo no sé cómo te puede gustar un hombre tan feo, tan gordo y tan viejo, hay hija pero qué tienes en la cabeza, qué le ves de atractivo a ese tipo tan feo, además es un vividor, a mí me han dicho que te cuide de ese sujeto, me dicen que tiene hijos regados, mujeres, que ha estado casado no sé cuántas veces, con no sé cuántas mujeres, no, no hija la verdad no te dejo que te enamores de un vividor como ese, la verdad no te conviene. Puedes seguirlo viendo, pero te prohíbo determinantemente que te enamores de él, ¿me entiendes hija? Está prohibido que te enamores de ese hombre, deberías de buscarte otro muchacho de tu edad, uno como Alejandro o como el de tu hermana Cristina, alguien que no sea tan feo, que sea más joven, aunque a mí no me cayera bien, como Alejandro, alguien así prefiero para ti, no quiero un viejo que parezca elefante, oye pobre tipo, a de pesar como mil kilos, no puede ni caminar, cuando viene a la casa apenas cabe por las puertas y cuando se sienta en el sillón parece que lo va a tronar, parece que cuando pisa, tiembla toda la casa, no hija, ya me imagino a su esposa cuando dormían juntos, la pobre mujer tenía que ponerse una armadura porque sino la estrangulaba, ay hija no, piensa, piensa bien las cosas, que no te engañe, no te dejes cautivar por un vividor como ese, tú eres muy bonita y no me gustaría que mi hija anduviera con un tipo como ese globonón.

Sí mamá, sí, no te preocupes, -le contesta Frida- ya te estás volviendo paranoica, no hay nada de qué preocuparse, yo jamás me enamoraría de un elefantito como ese, ni aunque estuviera loquita.

Las semanas pasan, Diego y Frida, mantienen una relación muy sana, y están profundamente enamorados uno del otro.

Un día después de tantos encuentros y tantas cartas amorosas que se enviaron, Diego llega a la casa de Frida con un traje sastre muy limpio –raro en él- su sombrero en la mano y una cajita en la otra mano, al ver a Frida le pide de favor hablar con sus padres. Frida les llama, los padres llegan, se presentan ante Diego y le preguntan:

Si díganos ¿qué pasa? –pregunta el padre de Frida-

Estoy aquí y he pedido hablar con ustedes porque tango algo muy importantes que decirles. –los padres se miran entre sí intrigados- El motivo de mi presencia es para venir a pedirles la mano de su hija que amo tanto. Estamos muy enamorados y nos queremos casar, así lo hemos decidido y estamos aquí juntos para expresarlo, traigo aquí el anillo de compromiso, quiero dárselo delante de ustedes. –Diego saca de la cajita un anillo pequeño y se lo pone en el dedo anular a su prometida. Los padres se quedan impresionados, están desconcertados ante la noticia que les trasmite el pintor, Frida no les había insinuado nada en ningún momento, hasta ella se siente impresionada, pues no sabe nada, pero está feliz ante el asombro. La primera que toma la palabra es la madre-

Mire señor, yo no consiento que mi hija se case con alguien como usted, a mí me han llegado muy malas referencias de su vida y su pasado, además es usted muy viejo para una chamaquita como lo es Frida, de mi parte no tiene Frida el consentimiento; no la dejo casar con alguien como usted. –la señora se da la media vuelta y se va muy enojada y triste, el padre trata de detenerla, pero ella se resiste, se encierra en su cuarto y no quiere saber nada más del asunto, Frida está inmóvil, no dice nada ante el asombro, no capta lo que está pasando, entre tanto se queda Guillermo para aclarar las cosas-
Haberr señorr Riverra, a nosotros Frrieda no nos ha dicho nada al rrespecto, cuando menos a mí no.
Lo que pasa es que Frida –lo interrumpe Rivera- tampoco sabía de este día, por ello he traído el anillo y se lo he entregado delante de ustedes. –Frida asiente con la cabeza-
Pues mirre, yo no me opongo a que mi hija sea feliz, de ninguna manerra, es lo que más desea un padrre para sus hijos; la felicidad. La única manerra en que tenga mi consentimiento es que Frrieda esté convencida verdaderamente de que quierre casarse con usted, de serr así, yo no me opondrría en ningún momento, pero quierro que Frrieda me lo diga y que le nazca del corrazón, quiero asegurrarme de que Frrieda serrá feliz y de que usted harrá feliz a mi hija, de serr así cuentan con mi consentimiento y mi apoyo parrra que se realice su boda. Y por mi esposa no se prreocupe, usted sabe cómo son las madrres, jamás quierren perder a su hija, así pasó con mis otrras hijas.

Pues muy bien, -dice Diego- sólo falta la palabra de la novia.
-Frida se incorpora, extiende la mano donde Diego le puso el anillo y mirándolo dice-
Yo siempre he estado esperando este momento, mi decisión de casarme con Diego está tomada desde el día en que lo conocí en la preparatoria, desde aquel entonces tuve la ambición de tener un hijo de él, hoy que viene formalmente a pedir mi mano, mi aceptación está de antemano, quiero que sepas papá que en ningún momento he titubeado en la idea de casarme con Diego, es un gran hombre, me quiere mucho y sé que me va a ser feliz para el resto de mis días, quiero casarme en el momento que Diego lo decida, es decir, en la fecha que él disponga. -el padre se queda pensativo por unos momentos, Diego y Frida se abrazan y esperan la última sentencia del padre-
Guillermo dice:
No olvide que mi hija es una persona enferma y que lo será toda la vida: es inteligente, pero no guapa. Piénselo y si a pesar de todo desea casarse con ella, yo le doy mi consentimiento.

La boda se realiza semanas después.
El miércoles 21 de agosto de 1929, Frida y Diego se presentan en el registro civil de Coyoacán, donde unen sus vidas ante el juez del registro. Nadie asiste a la boda, solamente el padre de Frida, Guillermo Kahlo y otros parientes.

En los periódicos del día 23 aparece en el diario “La Prensa”:
El pasado miércoles, en el barrio de Coyoacán, Diego Rivera, el discutido pintor, se casó con la señorita Frieda Kahlo, una de sus discípulas. Como se ve (en la foto), la desposada vestía un simple traje de ciudad y el pintor Rivera una chaqueta sin chaleco. La ceremonia se celebró sin pompa, en una atmósfera muy cordial y con la mayor modestia, sin ostentación ni ceremonias sofisticadas. Al concluir la ceremonia algunos íntimos felicitaron a los recién casados.

En el New York Times aparece:
DIEGO RIVERA MARRIED
Noted Mexican Painter and Labor Leader Weds Frida Kahlo.
Noted City, Aug. 23 (AP). Announcement was made today than Diego Rivera, internationally know painter and labor leader, was married Wednesday to Frida Kahlo in Coyoacan, a suburb of Mexico City.
(Continuará en la próxima edición)


LOS MURALISTAS DE FUEGO
RAFAEL MEDINA MARTÍNEZ
EDITORIAL PORRUA

Rafael Martínez Medina es estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Comentarios: letraz@hotmail.com

En Búsqueda del Camino Coherente

Por René Ramos Durán.

Llamado a la nación mexicana

En Búsqueda del Camino Coherente


Para donde sea que volteo, los pueblos más avanzados así como los pueblos más rudimentarios, comparten una cosa en común: los alemanes quieren ser gobernados por alemanes, los italianos por italianos, los ingleses por ingleses y así también, los tarahumares por tarahumares. Esta es una idea del padre de nuestra patria Miguel Hidalgo, que plasmó en su periódico revolucionario “El Despertar”.

En esta era donde la globalización ha dejado muy poco tenues los límites políticos de los estados nacionales, surge la pregunta en relación a dónde nos dirigimos como país. Hubo una ola nacionalista a mediados del siglo pasado –cuando era moda en aquellos tiempos- que buscaba definir la nación mexicana. Las pirámides de Teotihuacan fueron renovadas, surgió la edad de oro mexicana donde las películas de los inmortales actores como Pedro Infante, María Félix y Cantinflas suscitaron, el arquetipo del mexicano revolucionario se hizo presente en el mundo, la música mariachi cautivó a miles de extranjeros y en general, México trascendía como una animosa nación de gente inherentemente bien identificada en sus valores y actitudes. En la actualidad sin embargo, la identidad del mexicano queda un poco opacada por todas las corrientes mundiales predominantes que nos exhortan a seguir los pasos de los poderosos para de esta manera consolidar un estado nación que pueda jugar mejor a sus reglas. Se habla de neoliberalismo, de izquierda moderna, de democracia, de competitividad internacional, de derechos humanos, entre un sinnúmero más de corrientes ideológicas. ¿Pero cuál es el papel de la nación mexicana ante estas consideraciones? No quiero decir que todas ellas sean negativas, sólo quiero argumentar que son fórmulas de índole social, económicas y políticas que han mostrado ser funcionales para la realidad de muchos países desarrollados y que buscan encontrar cabida en una realidad un poco más compleja como es la nuestra.

¿Por qué relegarnos ha adoptar en su totalidad las creencias extranjeras y no buscar en nuestras propias raíces y cultura las partes de ellas que sean factibles a nuestra realidad? El hermano adolescente explica al su hermano infante acerca de cómo cortejar a las muchachas para poder llevárselas a la cama, pero para sorpresa del hermano mayor, el menor le cuestiona primero acerca de qué es el sexo… ¿Cómo explicarnos todos aquellos países avanzados acerca de la ruta para generar progreso si su entendimiento y condiciones actuales son tan diferentes en comparación a nuestras “rudimentarias” creencias? No estoy sugiriendo que debamos evitar implementar todas las hipótesis que sus grandes pensadores han desarrollado, sólo hago la observación de que hay cuestiones y procesos inherentes a nuestro sistema socio-político que deben tomarse a consideración primero antes que intentar llegar a la Luna sin haber comprendido en su totalidad las leyes naturales requeridas. Un ejemplo de tantos sería la corrupción -y hago un llamado a todo aquél que tenga oídos-: ¿de verdad creen que podemos seguir a nuestros hermanos mayores en la senda por la que caminan si cuestiones tan básicas y que generan un mundo de ineficiencia como es la corrupción nos obstaculiza en forma de rocas sobre el angosto camino?

Que los americanos se gobiernen así mismos, que los alemanes también, pero que no nos digan a los mexicanos como comer tacos, porque la solución real a nuestros problemas tiene que nacer “desde adentro”, es decir, hacernos cargo primero de las piedras en el zapato y de esa manera entonces sí, buscar la senda del desarrollo integral procurando caminar siempre en una dirección coherente.


René A. Ramos es Licenciado en Economía egresado del Tecnológico de Monterrey
Comentarios:
renecaesar@yahoo.com

Wednesday, December 01, 2004

Cambio Mexicano II

Por Omar Del Valle.

Liberalización Política

Hoy me levanté de buen humor, pensé en México. Durante la mañana recordé lo que ocurre en nuestro país y de las acciones tan discutidas dentro del “Honorable” Congreso de la Unión, en lo profundo las frases célebres de nuestros queridos y respetados líderes, y en lo otro tanto sobre la sucesión presidencial. “¡Ay Diosito Santo!” dije en voz baja y continué la jornada.

Más tarde leí que Brasil y Argentina tratan con China para aumentar sus relaciones bilaterales y recordé que México cobra 500% de impuestos por la importación de un sencillo suéter fabricado en aquél país de oriente (repito, UNO), ya sólo sonreí. Ya como a media tarde me dije: a ver, por dónde se podría comenzar a enmendar (hipotéticamente) tal circo. No quería perder mi buen humor.

La lucha presidencial del 2006, para el país no es de vital importancia, es de importancia absoluta, por eso todo funciona en torno a ella. Mientras tanto, la política económica y social, las estrategias de inversión y protección al medio ambiente, la promoción cultural, la educación y salud pública, la vivienda, regulaciones y los mercados financieros accesibles, entre otros temas, fulguran por su ausencia en la legislación.

Según las cifras de la CEPAL 2000, el 40% de los más pobres en México tienen solo el 15.7% del ingreso nacional, mientras que el 10% más rico tiene más del 30% del ingreso; según esta dinámica el problema no es la generación de riqueza sino su distribución. ¿Qué hacemos? No mucho. Ahora revelo por qué.

Primero, con el actual escenario, dudo se conciban mecanismos que mejoren el entorno económico y político, al menos en el corto plazo. El discurso del gobierno del “Cambio”, en vez de ser dinámico y de acuerdos, se caracteriza por ser excluyente e imperioso: “En nuestro gobierno, comparado con los anteriores…” no salta de ahí.

Segundo, apoyándome en las teorías de la liberalización política de Adam Przeworski, concluyo que este gobierno no se puede comparar con los anteriores, es pan con lo mismo. ¿Cómo es esto? En México, la liberalización democrática no culminó con la “extirpación” del antiguo régimen autoritario y su reemplazo por nuevos dirigentes y por un nuevo orden democrático (Mayer-Serra y Nacif Hernández, 2002). El actual gobierno tuvo la oportunidad, la desperdició, ahora viene el añejo régimen “reloaded” y lo está acabando (¿acaso se repite la historia de Madero?). La “extirpación” para Przeworski, es el proceso mediante el cual los dirigentes del régimen autoritario entregan el poder antes de iniciar la constitución de un nuevo orden democrático, y éste último, si es que existe, no encuentra su lugar; por esto, el resultado es: “Ni un peso atrás”. Ya ni llorar es bueno.

Finalmente, George H. Sabine describe que el liberalismo en la teoría política moderna tiene dos sentidos: uno más restringido y el otro más general. El primero, significa una posición política intermedia entre el conservatismo y el socialismo, favorable a la reforma pero opuesta al radicalismo (puede ser Brasil y en general la neo-izquierda); el segundo, por ser más amplio, conserva las instituciones populares de gobierno en una idea de democracia inclusiva. Para México en los noventas, la liberalización democrática comenzó en un sentido intermedio, preservando las organizaciones populares y aceptando nuevas corrientes sociales y promoviendo reformas; ahora, está a poco de disiparse. Se sacuden las instituciones de antaño y las nuevas colocan ladrillos sin cimientos. Conjuntamente, no hay reformas. Se me acabó el buen humor.

Al anochecer leí a Hobbes, para quién lo que controla la vida humana no es un fin, sino una causa, el mecanismo psicológico del animal humano. México, rebeldes sin causa, ¡qué buen circo!. Bajé los ojos a media asta y me agarré la cabeza, porque es muy duro pasar, el Niagara en bicicleta.

El autor es Licenciado en Economía por el Tec de Monterrey y cursa la Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Georgetown. Comentarios: ofd@georgetown.edu

Nuestros Tiempos

Por Ernesto Castañeda.

Viviendo al Día

Nueva York es una ciudad que ha recibido inmigrantes a través de su historia, los mexicanos no son excepción. Los mexicanos que vienen a Nueva York llegan y por medio de conocidos, primos o gente de la misma región de origen, consiguen trabajo rápidamente; sin embargo, en general la paga está por debajo del salario mínimo. La jornada que trabajan es mayor a las ocho horas diarias reglamentadas por ley. Y lo que es peor, el salario apenas alcanza para sobrevivir en la gran urbe de hierro y para mandar dinero para que la familia pueda pagar los gastos en México.

Como parte de un proyecto con el Profesor Robert Smith y estudiantes de la Universidad de Columbia, llevó año y medio estudiando la economía doméstica de los hogares transnacionales. Como parte de éste estudio realizamos cien entrevistas con familias que tienen algunos de sus miembros en Estados Unidos y otros en México.
Preguntamos anónimamente a personas de Huamuxtitlan Guerrero y poblaciones aledañas que tenían familiares en Nueva York: cuánto ganaban, cuánto gastaban y qué tanto dependían de las remesas de EU. También entrevístanos gente en Nueva York y les preguntamos en qué trabajaban, cuánto ganaban, cuánto costaba vivir en la ciudad y cuánto dinero mandaban a casa entre otras muchas cosas.

Los resultados entre este grupo de relativamente recién llegados a NY fue que la mayoría manda alrededor de 300 dólares al mes para mantener a su familia en México, la cuál gasta alrededor de un 80% en alimentos, gastos domésticos y consumo básico. Cierta parte se utiliza para pagar los gastos del material escolar y para construir casas, sin embargo poco dinero queda para ahorrar o para invertir en negocios propios que le permitan al trabajador en Estados Unidos regresar pronto a su región de origen.

La mayoría de los entrevistados en Nueva York quisieran regresar a México y la mayoría de sus familiares en México preferirían que sus padres, madres y cónyuges o hijos vivieran con ellos. Sin embargo la carencia de empleos, y sobre todo de empleos bien remunerados, hacen que muchos decidan ir al norte para ganar unos centavitos de más aunque las estancias acaban extendiéndose porque los ingresos son mayores pero también los gastos. Además de que las condiciones de trabajo distan mucho de ser optimas.

México recibió más de 13 billones de dólares en el 2003 en remesas lo cuál es una entrada de dólares cuyo monto total solo es superado por las exportaciones de petróleo. No obstante, este dinero dista de ser la solución a todos los problemas de México ya que representa el ingreso ganado con el sudor de los jefes de hogares y que es enviado a México para que sus familias puedan tener una vida digna, cubrir sus necesidades básicas y uno que otro lujito. Sin embargo, el costo social es altísimo ya que las familias tienen que separarse y los trabajadores transnacionales tienen que enfrentarse a una cultura ajena, a largas horas de trabajo y pocas horas de diversión y pocas oportunidades de superación profesional.

Cómo tanto mexicano en México, estos compatriotas trabajan todo el día, hasta seis días a la semana tan sólo para vivir al día aquí y para que sus familias paguen los gastos mensuales allá. Esto no es desarrollo, sino dependencia y explotación. Esperemos que los salarios mínimos aumenten en Nueva York como prometía el candidato presidencial demócrata y que los créditos, y las condiciones de trabajo y de cruce de la frontera mejoren porque los paisanos sólo quieren trabajar para comer y darle de comer a sus familias.

El autor es estudiante del Doctorado en Sociología en la Universidad de Columbia.
Comentarios:
ernestoforo@yahoo.com

La Nueva Izquierda Latinoamericana

Por Arturo Franco Hernández.

¿Eres o no eres o quien eres?

El cuento va más o menos así. Marx escribe al inicio de su 18 Brumario de Luis Bonaparte (en una frase que a su vez obtuvo de Hegel) que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen o suceden dos veces. La primera, añade puntualmente el controversial ideólogo, como una tragedia; la segunda como una farsa. Mas adelante en su famosa tesis política, cita algunos ejemplos de personajes contiguos a la época, con la finalidad de validar esta inusual proposición: Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre y más importante, el sobrino por el tío... refiriéndose por supuesto al linaje napoleónico. De esta forma, Marx retrata las bases de su teoría de clases con una excelente aplicación del materialismo histórico y detalla así las complejas dinámicas del cambio social dentro de este paradigma dialéctico.

Reflexionando un poco sobre esta conmovedora idea y después de sobrevivir ese inevitable ataque de incredulidad (diría Sabines: que costumbre tan salvaje esta de enterrar lo imposible) me di cuenta de que ciertamente esto parece ser cierto. Por un momento y guiado por esas misteriosas vías de la autosugestión hipnótica fue que empezaron a surgir datos reveladores sobre este tipo de eventos, extraídos inicialmente de la vida personal: la insoportable miseria del primer amor, la pérdida fatal del perro, el final de esa excelente temporada de fútbol, la despedida en concierto y para todo la enorme desilusión de la segunda vez, del reencuentro, de la repetición. Sin embargo, las aplicaciones más interesantes de este canon se sitúan en el contexto político actual. En especial, me pregunto si existe algo que pueda decir esta regla sobre el aparente resurgimiento de las ideologías y doctrinas socialistas en América Latina. En este caso, ¿Cuál es la farsa y cual es la tragedia?

Sabemos de entrada que con el reciente ascenso del la izquierda uruguaya se consolidó el llamado Frente de Izquierda en América del Sur; donde el autodenominado socialista Tabaré Vásquez se une a un consorcio mixto de izquierdistas como Lula en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, Ricardo Lagos en Chile y Hugo Chávez en Venezuela. Sabemos también que en nuestra historia moderna estamos en la segunda ola de gobiernos con “enfoque social” después de la pragmática Revolución Cubana de 1959, seguida por movimientos como el de Salvador Allende en Chile o Daniel Ortega en Nicaragua, entre muchos otros.

En este sentido, es relativamente fácil entender como esta gama de eventos originales pueden ser considerados desdichas. Sabemos por ejemplo que a todos menos uno de los casos previamente mencionados les siguió una violenta y abusiva dictadura militar. La tragedia del experimento socialista latinoamericano consiste precisamente en esta notoria falta de apoyo social a la causa durante los tiempos de crisis, agonizando así como otra victima del fatalismo común: estábanos mejor cuando estábanos peor.

Por el otro lado, para entender la farsa debemos dividir los componentes de esta neo-izquierda, entre la intelectual y la social, cuyas extensiones determinan el comportamiento de la izquierda política. Así, dentro de esta revivida izquierda política podemos encontrar todo un abanico de definiciones que van desde la izquierda más conservadora (a la que a veces deberíamos llamar: derecha) hasta la más radical y revolucionaria, pasando por la institucionalista o reformista. Además de serias limitaciones ideológicas y formaciones proscribes, esta izquierda recurre a múltiples incoherencias para adaptarse a la realidad de un mundo globalizado y democrático, siendo obligada incluso a convertirse en aliada del mercado. Como consecuencia, vemos en alianzas electorales recientes, como Venezuela y Brasil por ejemplo, serias contradicciones que han causado conflictos y rupturas, evidencias de la impertinente hipocresía. ¿Vendrá el mismo circo a México para el 2006?

Algunos se podrían preguntar ¿Y que hay de Fidel? Me parece que el viejo lleva tanto tiempo en el poder que ha trascendido a su propia tragedia y farsa; la historia lo absolvió hace mucho tiempo y ahora el padre del socialismo cubano quisiera absolver a su obscura historia también. Quizás para ser más ecuánimes, deberíamos decir que la verdadera tragedia hegeliana sucedió mucho antes, con el derrumbe de la visión utópica de Simón Bolívar: una América unida, prospera y firme. Desde entonces, pareciera que los latinoamericanos vivimos envueltos en una inquebrantable decepción y en la espera de la abnegada justicia social. Tal vez tendremos que esperar a que nos caiga otra gran tragedia o cuando menos mejorar la mentira, para entender así, lo que una vez soñó Neruda. “Yo conocí a Bolívar/ una mañana larga/ Padre, le dije/ ¿Eres o no eres o quién eres?/ Y mirando al Cuartel de la Montaña/ dijo: Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo.” Bolívar, ya son dos siglos desde que vimos tu espada desenvainada y aquí seguimos sin despertar. Por cierto, Chávez nos dice que va por tu quinta republica; a mi me parece que va, como todos, por el quinto sueño.

El autor es Licenciado en Economía por el Tec de Monterrey y cursa la Maestría en Desarrollo Internacional en la Universidad de Harvard.

Gobierno Común

Por Emmanuel Martínez Patraca.


Las tecnologías de comunicación han ocasionado cambios en la vida de las personas que en algunos casos apenas comenzamos a constatar en todos sus niveles. El desarrollo de éstas ha ocasionado cambios en los paradigmas de comunicación entre las personas, incluso, entre la comunicación de las personas con sus instituciones.

Hasta hoy día la tecnología de comunicación que ha transformando más la vida de las personas es Internet. Nuevos fenómenos sociales se han presentado como resultado de la masificación de esta red internacional, algunos que han sido de nulo beneficio a la comunidad internacional y otros que, como todo sueño de progreso propone, ha mejorado la vida de las personas.

La “red de redes” como sistema de comunicación ha permitido a las personas reducir los costos de comunicarse, ya que por el mismo canal se pueden transmitir datos, voz y video (en sus diferentes formatos y con base en diferentes aplicaciones). Así las personas han extendido sus redes de sociabilidad, lo que su vez ha permitido estar en todo momento y lugar, pero también ha producido entramados relacionales más complejos. El balance general es que Internet ha cambiado la vida a todos.

Unos de los grandes retos que las organizaciones sociales y gobierno se han propuesto es hacer que cada habitante pueda tener acceso a esta red y con ello compartir el conocimiento humano. Desafortunadamente los sistemas de cómputo no cuestan poco y muchas personas no tienen los recursos necesarios para adquirir un equipo y menos aún conectarlo a Internet.

El portal e-gobierno de México estima que para el 2005 se tendrá un crecimiento del 14% en el número de cibernautas mexicanos. Los usuarios jóvenes (entre 13 y 24 años) representan el 47% del total de personas que viven en línea y el 28% del total son estudiantes. Lo cual es un nivel bajo, ya que el 46% de las personas que se conectan son personas que trabajan. Del 28% de los estudiantes, un 46% son estudiantes universitarios y apenas un 0.3% son estudiantes que terminaron la primaria.

Internet es una herramienta muy poderosa para la educación, es tener disponible cantidades enormes de información: información de otros países y culturas, bibliotecas gratuitas en línea, comunicarse con personas de otros países, noticias actuales, etc. Las posibilidades son muchas. Hay que hacer que los jóvenes mexicanos puedan acceder a esta red.

Muchas escuelas secundarias y preparatorias de gobierno cuentan con el servicio de Internet. En ocasiones las computadoras que disponen en los laboratorios no son suficientes para que cada alumnos pueda tener una interacción de calidad. Así que, ¿piensas actualizar tu equipo de computo?, acércate a tu escuela más cercana a donar tu equipo anterior. Es una pequeña acción que puede ser de un valor incalculable para quien la recibe.

El autor es estudiante de Ciencia Política en el Tec de Monterrey. Comentarios: eitrax@mac.com

Tuesday, November 30, 2004

Mexicanos Felices

Por Omar Del Valle.

Hoy les pregunto, ¿Quién de nosotros no se ha perdido en lo inerte del mundo y su codicia material? Quizá en ambas condiciones no muchos, pero quizá en la segunda, la mayoría. Existen países que se caracterizan por su liderazgo en el trabajo y en la acomulación de riquezas, otros por su vida alegre e indiferencia a la vida.


En un artículo leí que ni Bill Gates (hombre entre los más ricos del mundo) ni Bill Clinton (hombre entre los más poderosos) eran los más felices sino el Mexicano promedio. Una encuesta proveía que el ingreso promedio de los mexicanos era suficiente para divertirse en la vida. Sin embargo, no podemos pensar en el ingreso promedio de los mexicanos como medida de bienestar cuando más del 60% del ingreso nacional lo tiene el 20% de la población, mientras que el 80% restante de la población solo tiene el 40% del ingreso o menos. La inequidad es enorme aún cuando el ingreso medio sea casi de 7000 USD al año.


Con todo esto, puede ser que los Mexicanos seamos alegres y no precisamente por que el ingreso sea suficiente o no para serlo. Sino que la misma indiferencia a la muerte (según dicen otros que por eso la celebramos) es la que nos caracteriza ser indiferentes a la vida y sus desgracias.


Quizá sea esto último lo que no nos hace ser líderes en productividad ni en acumulación de riqueza, quizá no lo explique todo. Más queda el entendimiento que, ciertamente es cierto (diría Fox) que no es ningún efecto de sospechosismo (diría Creel) negar falso de toda falsedad (como se dice en la cámara de diputados) que México y su historia, son uno sólo y por tal motivo, no puede ser causa de ignorancia sino carencia de conocimiento del tema (una frase más del H. Congreso), suponer que es nuestra cultura no ser líderes y altamente competitivos.


Monday, November 29, 2004

Responsabilidad Conjunta

Por Roberto Valdez Beltrán.

Partiendo de que el ser humano es la criatura más compleja e impredecible sobre la faz de la tierra, es complicado abordar discusiones éticas e ideológicas. Lo anterior no justifica el hecho de relegar este tipo de temas, no así, es vital dedicar un espacio de reflexión en el cual se analice la función de los principales actores de México: gobierno y sociedad.


La ventilación de hechos como el “Bejaranazo”, el Pemexgate, los “Amigos de Fox” y hasta cirugías plásticas financiadas por fondos públicos, son apenas pocos ejemplos que podríamos retomar, y así hacer conciencia de que ya no estamos acostumbrados a festejar y ser cómplices en el silencio de actos burlescos que cuestionan la capacidad de autocrítica del mexicano. Indudablemente, nos encontramos en una etapa en la cual buscamos edificar nuestro futuro próximo, y en medio de la confusión, construcción y cambio habrán sacrificados (culpables o chivos expiatorios; como guste ponerle) que deben alertar a quien no crea en un México más saludable.



En una problemática de responsabilidad conjunta, el universo de acciones y opiniones puede volverse una maraña integral de soluciones superfluas. Eficazmente, las leyes de un País deben converger a desintegrar dicha escabrosidad, y esclarecer el camino a seguir. Lo interesante de este ejercicio de reflexión, es indagar si verazmente las nuestras nos encaminan por la vía inequívoca. Refiriéndonos sin escollos a la corrupción y a la impunidad ¿tendremos los elementos suficientes para aseverar que vamos por el mejor camino? Tal vez no. Cuestionándonos de tal forma debemos coincidir en que el despertar de una sociedad más comprometida y solidaria es irrevocable.



Olvidémonos un poco de nombres y títulos ¿A caso no siente cansancio de ver los mismos encabezados, los mismos hechos? Hablemos un poco de ideologías y objetivos comunes. Las diversas ideologías políticas debieran ser como las religiosas, en el sentido de que todas convergen a un mismo “Ser Supremo” (un mismo fin). El problema es que la mayoría de las veces la izquierda, el centro y la derecha no son más que posiciones confrontadas por “intereses comunes” (¿de qué comunes?), que debilitan la responsabilidad conjunta: la erradicación de la pobreza, la alfabetización, el crecimiento económico sólido y sostenido, etc.



Los partidos políticos exhiben posiciones, los políticos redundan sin obtener resultados objetivos y la sociedad reniega por no tener el respaldo de un gobierno suficientemente profesional, que cumpla las demandas impuestas. El grotesco juego presidencialista nos deja muy claro que los intereses banales son los que siguen prevaleciendo. Las continuas denuncias públicas y múltiples cacerías de brujas, nos demuestran que queda mucho por hacer. Nuestra clase política deberá meditar los hechos. La pregunta individual debe ser ¿cuál es el papel que juego en este proceso? Y la respuesta es sencilla si tenemos una familia, un trabajo, un estudio por concluir o una simple responsabilidad, pues a toda siembra corresponde una cosecha. Aún, si cumplimos cabalmente nuestras responsabilidades ¿debemos sentir plena satisfacción? Viviendo en subdesarrollo creo que no.


Las tareas que desempeña el gobierno si son “muy importantes”, desde luego, pero las que afrontamos como sociedad poseen un mayor trasfondo. Si pensamos que tenemos lo que merecemos, entonces debemos reconocer que no hemos cumplido cabalmente con nuestra parte.

El autor es Licenciado en Economía por el Tecnológico de Monterrey. Comentarios: tingio@hotmail.com

¿Es la familia, la escuela o el capital?

Por Luis Armando Colosio.

Hace algunos meses en este mismo espacio comentaba sobre la lucha demencial por el poder político en México, y como el fenómeno de la corrupción se mezcla con una ambición prosaica y degradante por obtener espacios privilegiados de poder en la administración pública, y en algunas áreas y actividades que generan riqueza económica contaminando irremediablemente el desarrollo y la convivencia normal de la sociedad.


La historia sobre las luchas por el poder nos relata las mismas imágenes que hoy en día estamos viviendo, es el mismo fenómeno que en el umbral del nuevo siglo aparece desafiante y al cuál debemos explorar a fondo y con seriedad para poder darle viabilidad y certidumbre a las próximas generaciones confundidas por la desesperanza, y la degeneración de la política pública y empresarial. En este sentido quiero poner de manifiesto el imponente papel que juega el capital frente a la familia, la escuela, la sociedad, como uno de los elementos que estremece y devora ideologías, tritura principios y valores y que va más allá de la lucha simétrica que debiera ser la esencia en la conducción de los pueblos.


La familia; punto de arranque en la consolidación de valores, la escuela; sublime generador de experiencias únicas, que poco aportan hoy en día a la construcción de una generación de hombres y mujeres forjada en una educación humanista y de calidad; vemos con tristeza y recelo como el capital nos invita todo el tiempo a colocarnos sobre su terreno de lucha: y si aceptamos, ya perdimos antes de empezar. Comparto con quien piensan que su papel es de organizar a los del dinero y simultáneamente, desorganizador de las clases subordinadas. Tienen razón; y no hace ninguna diferencia quién "controla" el estado: mientras exista el estado, el capital lo va a controlar, simplemente porque el estado hoy en día sigue siendo una forma burguesa de relaciones sociales.


Después de todo y a medida que vamos procesando hechos y deshechos relacionados con la vorágine de los censurables acontecimientos que agobian y estremecen día con día a millones de hombres y mujeres a lo largo de la geografía nacional, nos confirma categóricamente que la política subrepticia y su fiel hermano el capital, van de la mano construyendo escenarios que seguramente se confabularan en pro de un inicuo proceso evolutivo ya muchas veces escenificado a lo largo de la historia; solo para concluir mi estimado lector, o dejamos que la historia se repita, y la asumimos simplemente como espectadores, o giramos el timón, donde no nos alcance jamás.

Sunday, November 28, 2004

Cambio Mexicano I

Por Omar Del Valle.

Compromiso Social

Sin duda, México ha cambiado en los últimos 10 años. En repetidas ocasiones he tenido la oportunidad de discutir sobre el desarrollo social y sus implicaciones para el avance de México. Se discute principalmente si el desarrollo económico per se provoca un impacto en el desarrollo social, finalmente llego a la conclusión que las teorías de desarrollo de la política económica y social no son ajenas sino compartidas. Ambas asumen una corresponsabilidad en el actuar de la gestión público privada y de la sociedad civil como otra entidad, como alternativa política para la provocación de mejores cambios sociales y económicos.


Es la corresponsabilidad social la que me convoca hoy a tomar el tema de participación cívica y compromisos. Mucho se ha dicho que si no hay participación comunitaria, si no hay participación de quienes hacen posible su grandeza, no hay esquema de desarrollo que sea válido. Actualmente, en México predomina un desarrollo de participación comunitaria que se gestiona externamente, en el cual se identifican las necesidades de las comunidades y se le asigna un plan con los recursos “adecuados” para hacer frente a la problemática; lo que se propone, es establecer un desarrollo de autogestión dando propiedad a las comunidades a través de la participación en la planeación de sus propias soluciones para hacer frente a sus demandas y conjuntamente diseñar las directrices que harán un desarrollo participativo de todos los actores sociales.

En este contexto de corresponsabilidad, juegan entonces un papel importante la participación cívica, la voluntad de actuar y tomar parte en la construcción de un destino para un país dolido y fragmentado, pero también para un país noble, lleno de causas y riquezas humanas. Por eso resalto la necesidad de la participación cívica con un profundo compromiso social, para sumar voluntades, para multiplicar esfuerzos y no para restar y dividir; para crear alternativas de desarrollo pues de otro modo se estará orillando a mexicanos muy necesitados.


Lamentablemente, el principal obstáculo que enfrenta México es la Indeferencia. Es sin duda una barrera del desarrollo social y humano de nuestro país. Esto es causa de que en muchas ocasiones, cuando los problemas sociales no nos afectan directamente, la apatía y el desinterés surjan como remedio para no participar. Si se desea concretar un nuevo modelo de desarrollo económico y social, se requiere hoy un cambio de actitudes y de sensibilidad ante la situación lacerante de nuestro país; se requiere encontrar los espacios para participar y de no encontrarlos, crearlos.


Cuando se participa cívicamente, cuando se prestan horas de servicio social, cuando se trabaja con las comunidades, los esfuerzos pocas ocasiones son reconocidos e inclusive, a quienes participan intensamente en estas actividades se les cataloga como personas consagradas socialmente. Bien, trabajar para el desarrollo social en México y en cualquier parte no implica necesariamente consagrarse socialmente, implica entender que el país necesita de la participación activa de cada uno de los mexicanos, una participación honesta y con un alto compromiso social.


Es muy sencillo quejarse, reclamar y criticar, es muy difícil formar parte del actuar. Nuevamente, está escasa la voluntad cívica. Parafraseando a grandes pensadores mexicanos “No debemos olvidar que lo que hagamos hoy será determinante para las generaciones futuras, para que ellas, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, fortalezcan su confianza en México, en sus instituciones y en su vida política”.


Y así querido lector, lectora, le propongo pensar: ¿Y a mí, qué me toca? ¿Cuál es mi papel en este desarrollo de país? ¿Qué puedo aportar? Existe, insisto, una corresponsabilidad de cada mexicano en el desarrollo nacional; esto no implica sustituir tareas que les corresponden a otros actores sociales, significa asumir compromisos individuales y colectivos. Culmino con una frase de Octavio Paz. “...Enderezar al País no es tarea de un solo hombre o un grupo sino de una generación (…) El bien, quisimos el bien, enderezar al mundo, no nos faltó entereza, nos falto humildad...”


El autor es Licenciado en Economía por el Tec de Monterrey y cursa la Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Georgetown. Comentarios:

ofd@georgetown.edu