Thursday, January 13, 2011

ANCORA IMPARO

Justicia Mexicana, Mito Universal

Por Luis Donaldo Colosio Riojas

Según nuestra Constitución, toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Justicia pronta y expedita. Justicia. Mito.

Estadísticas recientes muestran cómo desde el período que abarca de diciembre 2006 a abril de 2010, aproximadamente un noventa y cinco por ciento de las ejecuciones ocurridas en el país, no solo han quedado impunes, sino que han carecido de proceso por completo. En promedio, únicamente entre el uno y dos por ciento de los delitos investigados tienen como resultado una sentencia.

Es por ello que no resulta nada descabellado el afirmar que el sistema penal mexicano, más que inexistente, las hace a veces de permisivo con el crimen nacional, puesto que virtualmente no tenemos instituciones penales (e incluyo a todos los niveles de gobierno y a las tres ramas gubernamentales) capaces de abarcar esta carga. Nos quejamos de que no se hace nada, pero desatendemos la realidad que nos demuestra que no se hace nada por la falta de fortaleza en las propias instituciones a las que condenamos por ineficaces.

Y es por eso que la delincuencia no tiene medida en México. Invertimos más al combate de la misma que a su justa prevención. El sistema penal mexicano es un engaño, puesto a que tiene la misma eficacia que una aspirina intentando remediar un cáncer. Y ha llegado a tanto su desprestigio, que muchas veces pasamos por alto el levantar una denuncia por saber que no llegará a nada.

Ahora la pregunta de los sesenta y cuatro mil: ¿De quién es la culpa?

En una empresa, si un trabajador no está a la altura de su puesto, el patrón debe despedirlo, si no, la empresa sufre las consecuencias. En nuestro país, la empresa se llama México, los trabajadores son el gobierno y el patrón se llama mexicanos.


¿Hasta cuándo, mexicanos?

¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que México sufra las consecuencias de nuestra falta de prudencia al elegir quién nos gobierna? Y más importante: ¿cuándo tomaremos el papel que nos corresponde como patrones de nuestro gobierno? ¿De despedirlos cuando sea necesario? ¿De ser ese cambio tan necesario para el país?

Yo digo: cero tolerancia. México necesita urgentemente un cambio de actitud, pero no en sus gobernantes, sino en sus ciudadanos.

México necesita urgentemente mexicanos...

El autor es fundador del despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados, y catedrático de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Twitter: @colosioriojas