Por Erika Cervantes.
México es el escenario perfecto para el surrealismo. Cualquier cosa, por más increíble o sorprendente que parezca, es posible en nuestro país. En todos los ámbitos aplica esta premisa, sin embargo, es especialmente cierta en la vida política y electoral. Hoy podemos ver, a un año de las elecciones, un boom de precandidatos luchando por convertirse en candidatos presidenciales (fenómeno al que algunos analistas han llamado “multipresidencialismo”), la creación de fundaciones que reviven de manera muy conveniente a personajes del pasado, y el surgimiento de nuevos partidos políticos.
El análisis, en esta ocasión, se concentrará en las asociaciones que en días pasados recibieron su registro por parte del IFE para ser formalmente partidos políticos. El primero de ellos es Alternativa Social, Demócrata y Campesina, encabezado por Patricia Mercado, y el segundo, Nueva Alianza, dirigido por Miguel Angel Jiménez.
Alternativa Social nace a partir de los partidos México Posible, Fuerza Ciudadana y el Socialdemócrata que perdieron su registro en 2003. Su candidata oficial, hasta el momento es Patricia Mercado, economista de la UNAM y activa participante en organizaciones de la sociedad civil con enfoque en cuestiones de género.
Nueva Alianza surge como partido a partir de la Asociación Conciencia Política, conformada por alumnos del ITAM. Aunque niegan cualquier relación, Nueva Alianza tiene el apoyo de la Asociación Ciudadana del Magisterio (ACM), del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y por consiguiente, de la Maestra Elba Esther Gordillo. Aún no tienen candidato oficial, pero le hacen “ojitos” a todo aquel desamparado que desee contender en los comicios del 2006 y que no tenga un partido con el cual lanzar su candidatura. Así, Jorge Castañeda, Cuauhtémoc Cárdenas, o cualquiera que quede desplazado de su partido político (llámese PRI o PAN), puede tener una segunda oportunidad para conseguir la tan anhelada silla presidencial.
Es aquí donde me pregunto si la aparición de estos partidos políticos realmente es una opción verdadera para nuestro México incipientemente demócrata. ¿A caso del seno de estos partidos saldrá una figura que sepa guiar a todos los mexicanos en un proyecto común?, o ¿será que tan solo son expresiones del surrealismo que caracteriza a nuestro país y que sirve de pretexto para que los políticos muevan las cartas a su favor? ¿Será que tan solo son un negocio que reditúa bastantes ganancias?
Con 8 partidos dentro de la elección (PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, Convergencia, PNA y Alternativas), aún no podemos saberlo, lo cierto es que a comparación de los partidos fuertes, Nueva Alianza y Alternativas Sociales presentan un rezago. Mientras que los otros partidos y candidatos llevan por lo menos 6 meses en actividad pre-electoral, estos apenas están recibiendo su registro ante el IFE y pensando en quién será su posible candidato. Los tiempos ya están encima.
La moneda aún está en el aire y lo inesperado puede pasar (estamos en México ¿no?). Así que por ahora no se puede llegar a una conclusión sobre el papel y la relevancia que estos partidos tendrán en las elecciones del 2006. Su misión es lograr mantener el registro con el 2% de los votos, y utilizar adecuadamente los cuantiosos recursos que el IFE destina por ley al financiamiento de los partidos, que aproximadamente son de 16 millones de pesos.
Lo cierto es que el momento que estamos viviendo los mexicanos es coyuntural para lograr una verdadera transición a la democracia. Es un ejercicio que nunca antes habíamos experimentado y que servirá para que la ciudadanía comience a despertar políticamente. Opciones o distracciones, los nuevos partidos ya tienen un espacio en la vida política del país, y aprovechar su existencia depende directamente de nosotros.
La autora es Lic. en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey y estudiante de la Maestría en Políticas Públicas en EGAP. Comentarios: erikacervantes2003@hotmail.com
El análisis, en esta ocasión, se concentrará en las asociaciones que en días pasados recibieron su registro por parte del IFE para ser formalmente partidos políticos. El primero de ellos es Alternativa Social, Demócrata y Campesina, encabezado por Patricia Mercado, y el segundo, Nueva Alianza, dirigido por Miguel Angel Jiménez.
Alternativa Social nace a partir de los partidos México Posible, Fuerza Ciudadana y el Socialdemócrata que perdieron su registro en 2003. Su candidata oficial, hasta el momento es Patricia Mercado, economista de la UNAM y activa participante en organizaciones de la sociedad civil con enfoque en cuestiones de género.
Nueva Alianza surge como partido a partir de la Asociación Conciencia Política, conformada por alumnos del ITAM. Aunque niegan cualquier relación, Nueva Alianza tiene el apoyo de la Asociación Ciudadana del Magisterio (ACM), del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y por consiguiente, de la Maestra Elba Esther Gordillo. Aún no tienen candidato oficial, pero le hacen “ojitos” a todo aquel desamparado que desee contender en los comicios del 2006 y que no tenga un partido con el cual lanzar su candidatura. Así, Jorge Castañeda, Cuauhtémoc Cárdenas, o cualquiera que quede desplazado de su partido político (llámese PRI o PAN), puede tener una segunda oportunidad para conseguir la tan anhelada silla presidencial.
Es aquí donde me pregunto si la aparición de estos partidos políticos realmente es una opción verdadera para nuestro México incipientemente demócrata. ¿A caso del seno de estos partidos saldrá una figura que sepa guiar a todos los mexicanos en un proyecto común?, o ¿será que tan solo son expresiones del surrealismo que caracteriza a nuestro país y que sirve de pretexto para que los políticos muevan las cartas a su favor? ¿Será que tan solo son un negocio que reditúa bastantes ganancias?
Con 8 partidos dentro de la elección (PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, Convergencia, PNA y Alternativas), aún no podemos saberlo, lo cierto es que a comparación de los partidos fuertes, Nueva Alianza y Alternativas Sociales presentan un rezago. Mientras que los otros partidos y candidatos llevan por lo menos 6 meses en actividad pre-electoral, estos apenas están recibiendo su registro ante el IFE y pensando en quién será su posible candidato. Los tiempos ya están encima.
La moneda aún está en el aire y lo inesperado puede pasar (estamos en México ¿no?). Así que por ahora no se puede llegar a una conclusión sobre el papel y la relevancia que estos partidos tendrán en las elecciones del 2006. Su misión es lograr mantener el registro con el 2% de los votos, y utilizar adecuadamente los cuantiosos recursos que el IFE destina por ley al financiamiento de los partidos, que aproximadamente son de 16 millones de pesos.
Lo cierto es que el momento que estamos viviendo los mexicanos es coyuntural para lograr una verdadera transición a la democracia. Es un ejercicio que nunca antes habíamos experimentado y que servirá para que la ciudadanía comience a despertar políticamente. Opciones o distracciones, los nuevos partidos ya tienen un espacio en la vida política del país, y aprovechar su existencia depende directamente de nosotros.
La autora es Lic. en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey y estudiante de la Maestría en Políticas Públicas en EGAP. Comentarios: erikacervantes2003@hotmail.com
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